Paisajes de mi tiempo

Tuesday, June 13, 2006

EL primer vuelo de mi Padre

Este flash back que recordé hoy es una pequeña historia de mi vida de muy niño 3-4 años más o menos allá lejos en mi natal Sagua la Grande...
Media mañana. Mi madre lavando en el patio me llama y tomándome la manito me hizo salir al patio y gritaba; !Allá viene! !Ahí viene! !Mira, mira!! apuntando con su dedo un puntito amarillo que al acercarse más, era un lindo avioncito Piper que volaba entre las nubes y el cielo azul y que venia descendiendo mientras iba pasando bajito de izquierda a derecha y dentro del Cub se veían dos siluetas de personas y uno de ellos, el de atrás, agitaba un pañuelito blanco alegremente. Era mi padre que estaba obsesionado con volar en un avión y se atreviò. Despues escuchaba los detalles y los cuentos y que aquel avión lo piloteaba el Capitán Montenegro, nombre místico de toda mi niñez.

Mi Padre....Empresario

No recuerdo la fecha exacta de esta reseña pero calculo que habria sido en 1953-54, pues a esa edad yo tendrìa 14 años.
Mi padre se hizo agente allà lejos en Sagua la Grande de una revista que se editaba en La Habana, su nombre: La Revista Popular y su tirada alcanzaba los 10mil suscriptores. Los directivos de dicha publicaciòn lograron convencerlo que èl los representara en la localidad. Entre los incentivos de la revista para los suscriptores estaba el sorteo anual de una casa valorada entonces en 18 mil pesos=US$. El nùmero ganador debia coincidir con los cuatro ùltimos nùmeros del premio mayor.
Todos en la familia estàbamos entusiasmados con la revista ya que era de circulaciòn nacional y gustosamente la repartiamos en bicicleta a los subscriptores por cuyo pago mensual abonaban $1.50. Veiamos en la revista anuncios locales fruto de nuestras gestiones con los comerciantes junto con los anuncios de empresas nacionales,Canada Dry, General Electric etc.
Llegò el dia del sorteo, un Sàbado, los muchachos de la Casa de Beneficencia "cantaban" los numeros por la radio segùn la costumbre establecida por la Renta de la Loteria Nacional,-"12,433 100 pesos! 16,356, 100 pesos! 8,478 100 pesos! 14,421 cien mil pesos! De pronto, se escuchan tres golpes sobre una mesa y una voz de corneta dice en alto: CATORCE MIL CUATROCIENTOS VEINTIUNO! !!CIEN MIL PESOS!! Aquel Sabado por la tarde, mi padre,que era barbero atendia en su pequeña Barberia a sus clientes sabatinos mientras con su peine y tijera cortaba los cabellos escuchò aquel numero que le sonaba familiar; CATORCE MIL CUATROCIENTOS VEINTIUNO! !!CIEN MIL PESOS!! y dijo para si mismo; -Coño ese numero me suena !dejò su cliente en el sillòn con la bata puesta y saliò gritando para el otro lado de la sala; MARIANA!! MARIANA!!, llamaba a mi madre que estaba al fondo de la casa cosiendo un vestido, -Que pasa?- le dijo mami, -Busca todos los talonarios y trata de encontrar quien tiene el nùmero 4,421, ese nùmero me suena familiar y creo que es de alguno de los que estan suscritos a la revista- Asì dada la orden mi padre regresa al sillòn a terminar su labor y el salòn estaba lleno de mucha gente, entre ellos el Padre Guerra de la Iglesia EPISCOPAL que estaba enfrente de la casa a la cual asistiamos.-ELISEO; NOS SACAMOS LA CASA!!- l dijo el Padre Guerra rodeado de su familia en cuyos ojos no habia visto nunca con tanto brillo en mucha gente reunida. Aquella fuè un algarabia que durò toda la tarde hasta altas horas de la noche. A partir de ahì comenzò una odisea y un crescendo de reclamaciones encadenado de presiòn desde la familia Guerra pasando por mi padre hasta los directivos de la revista. Los resultados fueron nefastos parta la credibilidad de mi familia. Pero mi padre fuè a La Habana a ver como andaban las cosas. La gente pasaba y miraba burlonamente para mi casa. Mi madre estaba tan apenada que ni abrìa las ventanas. La realidad se abriò paso al regreso de Papi; -La revista quebrò y esos hijos de puta no tienen con que pagar- dijo Papi aunque aùn asì,los directivos solo pudieron darle unos 2 o 3 mil pesos de lo que quedò de dicha revista.
La familia Guerra, familia decente, poco a poco fue quedando conforme al ver que algo salvaron y que mi padre no era responsable de eso por lo que todos quedamos igualitos que siempre en nuestro barrio de la Calzada esperando cada uno un futuro mejor.